viernes, 4 de mayo de 2012

MIS PUTAS TRISTES…


No hablaré de la historia del longevo periodista escrita por nuestro premio nobel, no me referiré al deseo fetichista de copular machista con una adolescente, no me refiero a Delgadina sedada por su matrona, ni a la reacción amorosa pervertida del anciano a través de la contemplación, la caricia y el silencio, tampoco al abandono de la mítica penetración como único lenguaje del amor masculino. No me refiero a aquella pasada sociedad moderna machista cuya función de escape a ese pudor fariseo eran las putas… NO!!!

Me refiero a la situación de la mujer posmoderna, a propósito del escándalo del servicio secreto en Cartagena Colombia, en el marco de la “cumbre” de las Américas.

Para los gringos, es gravisimo que su escoltas especiales hubiesen bajado la guardia de su servicio por cuenta de unas bellas putas colombianas y hubiesen puesto en peligro al poderoso presidente de la nación del norte. Es tambien grave para los gringos republicanos la falta de control del presidente Obama a sus empleados directos, aprovechando el papallazo dado en medio de unas elecciones embolatadas para el partido del elefante.

Para muchos colombianos es fatal que luego de gastarse noventa y seis millones de dólares el único resultado concreto de la famosa cumbre, fue la promoción de la putas colombianas.

Pero más grave que esto, es lo que se vivencia desde hace tiempo en nuestra sociedad, y quedó develado en la afamada “cumbre”. La grave enfermedad mundial, acrecentada en nuestro país por el deterioro moral paulatino provocado desde los años ochenta por el pensamiento facilista del narcotrafico consolidado a través de la culturización norteamericana; aspectos éstos que derrumbaron lo bueno de nuestra cultura local, dejando eso si, intacta y fortalecida nuestra deformidad histórica feudal.

No es cierto que las putas colombianas son niñas tristes, pobres y marginadas que no tienen mayor remedio que sobrevivir en su desdichada vida a través de vender su cuerpo. NO!!! Son cada vez más las putas “niñas bien” prepagos colegialas, universitarias e incluso ejecutivas con alta preparación, cuya disculpa para estar en este “valorado” negocio es su rentabilidad y eficiencia. Una prepago cotizada puede ganarse en dos o tres sesiones lo que se gana un profesional estudioso y trabajador en un mes o dos.

No podría ser otro el análisis para elegir profesión en una sociedad posmoderna, colonizada por el materialismo; reforzada eso sí por una razón empleada para respaldar también el aborto: la independencia femenina.

Que se está haciendo con la mujer posmoderna al llevarla a su degradación máxima? sacándola de sus valores femeninos ancestrales de la espiritualidad, la sensibilidad y los altos ideales???

Las Helenas de Troya hoy son fufurufas bien vestidas, con labios carnosos, culos y tetas siliconudas, las cuales no llevan al hombre posmoderno a construir sociedades del conocimiento y la sensibilidad, sino a cumplir con la perentoria obligación de conseguir dinero a como de lugar y en la forma que sea con el fin de gozarse uno de esos iconos de la belleza. El caballo de Troya fue incrustado en la propia feminidad y nos llevará a la destrucción y la rendición de todos los ideales supremos.

La sociedad imperante está contaminando a nuestras mujeres, y las está convirtiendo en unos pedazos de carne unificados bajo el modelo exótico y caricaturesco de Hollywood. Cerraron los espacios para la mujeres sensibles, cariñosas e inteligentes, creadoras de un hombre mejor, exigido en valores y métodos sanos de trabajo y de razón. Desfiguraron a muchas de nuestras bellas mujeres jóvenes y las están llevando hacia el abismo, con el fin de atraer a los enamorados hombres bajo la ilusión de la artificialidad y lo superfluo.

La “cumbre” pues de la Américas sirvió para mostrarnos el abismo, revelando un hecho cada vez mas evidente, mediante el cual se quiere destruir lo femenino, pues al prostituir a la mujer, la sociedad posmoderna degradará al hombre y a la humanidad entera.

Los iconos del amor se carcomen hoy en metal precioso y se revuelcan en el dios dinero… todo para impedir que el hombre avance, eleve su conciencia y renueve su sociedad depravada.

…Por eso considero a esas putas… sean del estrato que sean… las considero a todas ellas tristes, pues no solo se flagelan su espíritu divino con aquella actividad, sino que llevan a la humanidad a un abismo marcado por el materialismo posmoderno.

JCAL

1 comentario:

Unknown dijo...

Maravillosa reflexión. Saludos