viernes, 20 de julio de 2012

MICOLOMBIA DE CONDORES Y PALOMAS


Hoy 20 de julio no deja uno de pensar en el sueño lejano y olvidado por la mayoría, un sueño llamado Colombia, una nación gigante no solo en extensión sino en espíritu y humanidad. Fue el sueño de un visionario… fue el sueño de Francisco Miranda, el cual consideró oportuno pretender en estas tierras de riquezas incalculables establecer la civilidad, la armonía social y una nueva sociedad que recogiera lo mejor del ser humano.

Ese país soñado que comenzaría en el Caribe y terminaría en la Patagonia se llamaría Colombia en honor a Colon, como acto de justicia y balanza respecto a Américo Vespucio. Colombia cuya traducción literal es país de palomas, sería una potencia en humanidad… recogería la simbiosis cultural y de razas y la capitalizaría a partir de la paz y la riqueza. Sería estandarte y símbolo para toda la humanidad, sería la mensajera que las cosas pueden recomenzar y que siempre habrá posibilidad de un mundo mejor.

No por casualidad Columbus o Colon viene de Paloma… si paloma, aquella hermosa y ágil ave, símbolo de la esperanza y del renacer humano, aquella misma que soltó Noe con el encargo de traer buenas nuevas, de indicar que todo podía recomenzar, que ya era hora de volver a casa, aquella misma ave que trajo al olivo en su boca como mensaje de renovación para toda la humanidad.

Pero como siempre hasta hoy, lo sucedido en estas tierras se tuerce, se degrada, se mortifica por personas egoístas, retrecheras y banales. Aquel soñador, visionario y ser supremo, Francisco Miranda, termina en la cárcel y muere allí en manos de sus enemigos, entregado por sus coterráneos quienes lo incomprendieron y ultrajaron. Bolívar uno de sus discípulos y heredero de su pensamiento, aunque también coterráneo que lo incomprendió y encarceló, retomó sus banderas y quiso implantar la nación de Miranda, limpiando su error con trabajo y lucha en favor de las ideas sublimes, recorriendo y batallando por todo el continente, rescatando del olvido a Nariño y colocándolo en la cima del poder nacional. ¿Cómo terminó Bolívar? desterrado solo e incomprendido. ¿Qué hicieron con Nariño? Lo chiflaron, lo humillaron y olvidaron.

Con la muerte de Bolívar y Nariño, el sueño de La Colombia se paralizó en el tiempo y los tiranuelos de turno se repartieron el botín, como carroñeros despedazaron la obra y el sueño sublime y la pusieron a su servicio egoísta, devoraron los sueños y los volvieron solo lucro y beneficio privado.

La figura emblemática que resume todos los actos posteriores a Miranda, Bolívar y Nariño, la colocaron en lo más alto del escudo patrio: El cóndor. Ave carroñera que se alimenta de muertos y de cadáveres en descomposición… ella ha crecido y se ha magnificado en nuestra nación. La muerte, el asesinato, el sicariato, la vileza, es desapego por el valor fundamental de la vida y por los valores inalienables de la humanidad, el amor por lo podrido y difamante campea en todos los rincones de la dolorida Colombia. La Paloma tuvo que huir al mar, lejos de estas ricas tierras, esperando que llegue su Noe para que le marque el rumbo y pueda notificarle por fin a los Colombianos que todo puede ser mejor, que se puede construir un Estado humanista de paz y sosiego, que sirva de regazo a la humanidad, para que cuando esté harta de su materialismo y equivocaciones pueda mirar con esperanza hacia el Continente Colombiano, hacia el mal llamado Suramérica.

Lo triste es que por estos días en la nación soñada por Miranda, en aquel pedazo al norte de la extensa tierra en el que quedo reducido el sueño magno, no encuentra posibilidades que el Cóndor, aquel gallinazo grande, aquel carroñero, pueda ser desplazado. La muerte campea por doquier, la guerra se empecina en nuestras laderas y llanuras. Y lo más penoso es que solo aquel pútrido animal, es solo reemplazado a ratos, por el mico, es decir la mentira, la triquiñuela, la componenda, lo taimado, la viveza, lo torcido. Nuestros “padres de la patria” los herederos de los que desterraron a Miranda, a Bolívar y a Nariño, siguen legislando para ellos, siguen provocando cambios para beneficio propio, son los mismos criollos elegantes y presumidos de aquel 20 de julio, que a través de argucias y hachos falaces engañaron al colonizador extranjero y armaron una revuelta para quedarse ellos solitos con el pastel; utilizando al pueblo para lograr sus propósitos y cuando estos ya estaban cumplidos, de nuevo con mentiras y argucias se quedaron en el poder y permitieron que todo cambiara para que siguiera igual para las masas. Simplemente cambiando de nombre los dueños, ya los encomenderos no eran españoles, ya los encomenderos eran criollos y su tiranía sería la misma o peor con estas pobres gentes de la Nueva Granada que algún día impulsadas por lideres visionarios humanistas se atrevieron a soñar con un País de Palomas con un País de Bienaventuranzas, con un País de Amor y Civilidad.

Oh Colombia!!! Algunos… espero que muchos, no te hemos olvidado, tus sueños Miranda, Bolívar y Nariño siguen acompañándonos… solo esperamos que aquella paloma regrese con la buena nueva y se coloque en lo más alto de nuestra nación, indicándonos el verdadero camino al Dorado protegiéndonos de los encomenderos, asesinos y taimados de turno.

Oh Colombia todavía eres posible!!!

JCAL

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