martes, 19 de abril de 2011

DE NUEVO CON EL AGUA AL CUELLO


Estamos en Semana Santa y no ha cambiado mucho desde la Navidad, en Colombia seguimos "con el agua al cuello". Nuestras autoridades supremas se vuelven a rasgar las vestiduras ante la verdad.

Apenas comenzó el invierno y ya se cuentan por cien las tragedias y por millares las víctimas. Sigue el fenómeno anunciado de la niña y vuelve el desastre.

Nuestros líderes de turno, creyeron que la ley, la forma, les salvaría, pensaron que con decretar la emergencia y producir unas normas vacías, aisladas e incoherentes producirían soluciones como por arte de magia.

Nuestros líderes siguen ignorando la esencia. Creen que con pequeños cambios anunciados con bombos y platillos, creados con el propósito de que todo siga igual, arreglaran su deuda con la naturaleza. Creen que ella es inconsciente como su pueblo. Pretenden ellos, continuar auspiciando acciones contrarias a natura, seguir actuando en forma depredadora y mercantilista, llenando sus bolsillos con monedas de oro manchadas de sangre, aprobando explotaciones petroleras en sitios prohibidos, talas indiscriminadas en selvas milenarias, extrayendo el carbon destruyendo todo a su paso, concediendo a nuevos colonizadores extranjeros licencias mineras arrolladoras en cualquier lugar.

Quieren lapidar como culpables a politiqueros locales, que eran sus antiguos protegidos, forzando al pueblo a apedrearlos, haciendole creer que esos objetivos coyunturales son los reales provocadores de todos los males, ignorando que ellos y su casta arraigada en el poder no están libres de culpa. Creen que colocando en el patíbulo a unas cuantas instituciones o personajes, podrán seguir haciendo de las suyas.

Continúan estos sacerdotes de la economía, sin enterarse que el cambio climático llegó. Continúan ignorantes y perdidos, esperando a su mesías material, que venga a extraer el oro, el carbon, el petroleo, desconociendo a su hijo magnifico biodiverso, el cual se les devela a cada rato con sutil belleza, pero a veces con rabia, arrasando con fuerza todas sus mentiras, sus amañados montajes y sus turbios negocios.

Continúan los sacerdotes de la economía promoviendo exploraciones en reservas coralinas, en paramos, en nacimientos de ríos, facilitando la tala industrial de arboles en las selvas, fumigando indiscriminadamente nuestras riquezas con su demencial mirada de corto plazo.

Ignora el Gobierno Colombiano que la norma fundamental esta dada desde hace rato, que en nuestro país el Código de Recursos Naturales solo requiere que sus normas se apliquen con justicia, conciencia y efectividad.

Siguen sin recobrar la memoria y sin rescatar su conciencia, siguen vendiendo su verdad por unas cuantas monedas.

Se que lo que digo es llover sobre mojado, pero debo hacerlo, pues el agua ya nos llegó hasta el cuello.

JCAL