No podemos volver a la anormalidad y menos seguir con las actuales ciudades y su alta concentración de recursos y de necesidades.
Para ello propongo cuatro programas aplicables a cualquier gran ciudad:
1. PRODUCIR SANO EN LA PERIFERIA:
El fortalecimiento de la producción campesina local debe ser una prioridad de las ciudades del Futuro, estando debidamente articulada la ciudad a la ruralidad cercana proveedora de alimentos.
Esa producción fortalecida debe estar también armonizada con la demanda, con los hogares de la ciudad.
Por eso la ciudad del Futuro debe emplear recursos en capacitar y acompañar mediante un programa de asesoría a todo campesino o productor proveedor de la ciudad para que produzcan sano, produzcan orgánico o biológico o ecológico.
A los campesinos y productores que ingresen al programa PRODUCIR SANO se les comprarán todos los productos por parte de la ciudad. Se recibirán, pesarán, almacenarán y distribuirán a través de la Proveedurías de propiedad de la Ciudad o de empresas o entidades afines a la ciudad. Si el tamaño de la recepción desborda la capacidad de la Proveeduría de la Ciudad se puede realizar una alianza con un(os) Supermercado(s) reconocido(s). Lo comprado por el Municipio será empleado en programas de asistencia alimentaria a menores y adultos mayores.
A su vez se promoverán y fortalecerán Redes de Consumo inspiradas en el esquema exitoso en el mundo, como el CSA (Comunidad Sustentando Agricultores). Ese esquema reconocido por su éxito, permitirá realizar redes de consumidores con consumidores concientes, empleados del Municipio, empleados de entidades estatales, empleados de entidades o empresas sensibles como Cooperativas, Empresas B y similares.
Se articularán a estas redes de consumidores las estrategias de fortalecimiento comunicacional de internet para todos con programas especiales para el campo y para los emprendimientos y las empresas que se desarrollen servicios de alimentación a partir de los productos sanos. Además se articularán emprendedores tecnológicos y desarrolladores de servicios de comunicación con productores agroecológicos aportando innovación tecnológica humanizada que permita el Acercamiento eficiente de los Productos Sanos a los Hogares.
2. RETORNO AL CAMPO RETORNO A LA VIDA.
Las grandes ciudades son un problema antes y aún más en tiempos de Covid19. La pandemia evidenció sus falencias y lo absurdo de ellas. No solo por la inseguridad y la destrucción de la niñez y la juventud en los barrios populares a manos de la delincuencia organizada es una consecuencia directa de las ciudades. Las grandes ciudades son sitios donde se carece de salud física, mental, ambiental y social.
Las ciudades deben reunirnos por la riqueza, no deben recoger la pobreza de la sociedad y aglomerarla.
A mayores apoyos y ayudas asistencialistas a los ciudadanos de las grandes ciudades, mayor migración del campo a la ciudad (la migración del campo no solo es por violencia, si no también por miseria, pobreza y abandono del campo). Esto lleva a incrementar el problema de ciudad y nos hace pensar que con la crisis económica que vendrá, con y después de la pandemia, hará más agudos los problemas, pues muchos más buscarán las ciudades por los programas asistencialistas.
No obstante, no solo se requiere corregir el potencial incremento de la migración de pobreza; se requiere motivar a retornar al campo a actuales ciudadanos que eran campesinos y fueron desterrados de sus parcelas por la violencia, el hambre y las faltas de oportunidades o apoyos, además de las creencias en infraestructura de todo tipo en el campo.
Es por eso que la Ciudad del Futuro deberá diseñar apoyos económicos (articulados con el Gobierno Nacional, Provincial o Departamental y Otros Municipios) para los actuales ciudadanos excampesinos que quieran retornar al campo. Ellos deberán recibir recursos para construir, mejorar y adaptar su vivienda rural, recibir acompañamiento técnico y educativo, para que tengan todos los servicios públicos en sus nuevas viviendas rurales, y en especial se les proveerá del servicio de internet pleno que los acercarán a todos los desarrollos tecnológicos del mundo posmoderno, para que estén a la mano de los hogares rurales lo que ahora está en los hogares de las ciudades.
Acercar la Ciudad del Futuro a nuestro campo, se puede hacer por Ejms: pudiendo aprender virtualmente de instituciones de la ciudad estando en sus fincas, parcelas o chacras; poder obtener información y servicios virtuales de Bibliotecas estando en sus fincas o parcelas; poderse comunicar con cualquier lugar del mundo estando en sus predios rurales y recibir otros futuros servicios que surjan de los desarrollos tecnológicos humanizados.
3. FONDO ROTATORIO POSITIVO PARA LA EMERGENCIA SOCIAL Y ECONOMICA.
La pandemia provocará una crisis económica de gran tamaño; pero a la vez está develando y develará grandes enfermedades sociales y económicas que estábamos sufriendo en la normalidad prepandemia.
Empresas y emprendimientos con efecto positivo para la salud, el medio ambiente y el ser humano deberán ser bien atendidas con recursos frescos, adaptados a sus negocios y a tasas especiales. Esto será un requerimiento vital de la Ciudad del Futuro en postpandemia.
Muchos sectores en los que la Ciudad había sido fuerte, volverán a requerir revitalizarse debidamente renovados; y otros en los que es pionera requerirán avanzar con más fuerza hacia los nuevos retos; pero no desde una visión no solo de maximización de utilidades sino desde una visión de triple impacto empresarial, como lo demanda la nueva economía humanizada que está y estará cada vez más, emergiendo de la conciencia postpandemia.
La Ciudades Latinoamericanas desindustrializadas por la Globalización, recibirá el duro golpe de la pandemia. Esto nos llevará a una nueva realidad, a buscar autonomías locales perdidas, debiendo retomar industrias y desarrollos industriales que sean disruptivos y buenos para todos.
Todo ello, requerirá recursos y apoyos empresariales y para eso será el Fondo Rotatorio para la Emergencia Social y Económica articulado desde una cooperativa financiera o de ahorro y crédito.
4. BOSQUES Y ÁRBOLES PARA SANAR:
Se pueden articular en la Ciudad del Futuro, en sus comunas, villas o fabelas (las zonas de frontera y cordones de miseria) programas como el que viene desarrollando desde hace años en el Oriente Antioqueño la Asociación Ecológica Madremonte, denominado "Mujeres Sembradoras de Vida".
En este programa las Mujeres de los barrios perifericos de la Ciudad Futuro tendían en sus casas (patios o solares o zonas comunales) viveros con árboles nativos cuidados por ellas y sus niños. Ellas reciben de la Asociación y su Vivero de Nativos las semillas germinadas de los árboles, junto a un Kit y un programa de capacitación y acompañamiento permanente. Luego cuando los árboles tengan entre 50 centímetros a un metro de altura, se les comprarán todos por la Ciudad.
Una vez comprados a las mujeres, los árboles por la Ciudad del Futuro, éstos se sembrarán en la periferia y sus barrios, comunas, o fabelas. La siembra se realizará por jóvenes organizados con el apoyo del Jardín Botánico de la Ciudad. Los jóvenes organizados en grupos, asociaciones o juntas, recibirán por cada árbol sembrado una suma determinada de dinero, una vez verificada la siembra por el Jardín Botánico. Además se pactará con los jóvenes organizados un mantenimiento y cuidado de los árboles sembrados, también bajo la supervisión del Jardín Botánico, a cambio de una suma de dinero mensual (se pactará una suma mes por árbol vivo, verificado por el Jardín Botánico). Esos dineros que se le pagan a los jóvenes por los servicios ecosistémicos y ambientales que los árboles le prestaran a toda la ciudad mediante un aire limpio.
Los árboles proveerán a la Ciudad además de aire limpio, un servicio adicional social sanador (existen análisis sociales en Latinoamérica, en los que, barrios populares con mayor numero de árboles, tienen una menor violencia en sus habitantes).
La Ciudad Futuro podría buscar la sostenibilidad de éste programa a través de dos fuentes: PSA (Pagos por Servicios Ambientales) con empresas de la misma ciudad o en el Mercado Voluntario del Carbono.
Como el Mercado Voluntario de Carbono requiere un número alto de hectáreas y árboles, se debe articular éste programa de las Ciudades con proyectos rurales de Reservas Naturales de la Sociedad Civil y Reservas de Comunidades Campesinas, Ecoaldeas o Reservas Privadas. Con esto se alcanzarán los requerimientos del mercado de carbono y se podrán obtener Bonos que ayudarán a financiar la Ecociudad.
Si hay salida... debemos actuar para no volver a la anormalidad y tomar el camino apropiado en la #encrucijada
JUAN CARLOS ARBELAEZ LEON
La vida son una serie de conexiones y encrucijadas. Conexiones cocreadas y encrucijadas que resolvemos con el libre albedrío.
Cambiando la Metáfora
- Juan Carlos Arbeláez León
- Ser Libertario Mutualista es una buena ruta postmoderna. Un Estado de jueces y las comunidades organizadas, dinamicas y fortalecidas.
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