sábado, 6 de marzo de 2010

LO REAL MARAVILLOSO, PATRIMONIO NATURAL DE LATINOAMÉRICA

Es esa la frase por medio de la cual Alejo Carpentier bautizó los hechos constantes de la América Latina.

Sin lugar a dudas, este año autodenominado por los Latinoamericanos, como el del bicentenario de la Independencia, ha querido ser recalcado por la Naturaleza, a través de dos catastróficos terremotos.

La naturaleza se ha empeñado en hacer mirar al mundo hacia la otra América, hacia la América Latina, tratando, tal vez, en este año en particular, hacer que el primer mundo reconozca que fue en esta otra América de donde consiguió su poderío, riquezas y desarrollo.

Pero esta remembranza obligada de la naturaleza, se hace al estilo latinoamericano, al estilo real maravilloso, con un estilo dolorosamente mágico, se hace así, como ha sido historia de estos 200 años de “libertad”: contradictoria.

Pasamos de Haití a Chile en cuestión de un mes, pasamos del país más pobre de América Latina al más desarrollado, y lo hicimos sin puntos medios, sin comas, ni estaciones. Pasamos de negro a blanco, así de radical, así de dual, de brutal y de enérgico como suelen suceder las cosas en nuestra América.

En el proceso de la independencia y a partir de ella; las contradicciones, los enfrentamientos, lo dual y brutal, fue y es, pan de cada día.

Haití sin duda es un ejemplo de la lucha independentista Latinoamericana, la cual tuvo y tiene implicaciones mundiales. En Haíti se comenzó la liberación de las cadenas más oprobiosas que han pesado sobre América: La esclavitud de los africanos secuestrados.

La liberación de Haití fue la de los negros, fue la de los subyugados, fue la de la base y la de los más marginados. La liberación de Haití en mi sentir, fue no solo la primera, sino la más real y profunda. Los afros secuestrados, torturados y sometidos se impusieron en suelo indígena al imperio blanco, representado este último, por el invencible de la época, por Napoleón. Pero por lo magna de su obra, esta quedó huérfana y aislada, a tal punto que tuvo que convertirse en una solitaria abandonada por todos, incluso por los libertadores de la América Hispana, los cuales recibieron significativo y trascendental apoyo en sus luchas particulares.

Pero en Haití se dio, luego de la liberación de la colonia, como se daría en toda la América Latina, una lucha interna, intestina, de dos bandos: Los autoritarios VS Los demócratas, lucha que fue ajena en los Estados Unidos.

En Haití en cambio, se dio una lucha fratricida e insalvable, una lucha entre los autoritarios y los demócratas. Luego que Jean-Jacques Dessalines alcanzara su magna obra de libertad, su primera obra es concentrar el poder en él y para él y se autoproclama emperador bajo el nombre de Jacques I. Después este emperadorsuelo es derrocado por Henri Christophe, pero éste último no lo hace no en aras a alcanzar la libertad económica y la democracia política, NO, simplemente lo hacer por envidia y rencon de no ser él el emperador, tomando como primera medida, el autoproclamarse Rey de Haití, Henri I de Haití. Dicho reyezuelo, se hizo construir seis castillos, ocho palacios y la sólida y maravillosa fortaleza, llegando incluso a elaborar una nobleza Haitiana, la cual consistía en 4 príncipes, 8 duques, 22 condes, 37 barones y 14 caballeros. Pero, paralelo a la lucha de independencia y a los primeros años de libertad, siempre estuvo la conciencia democrática y popular representada en Alexandre Pétion, el cual no estaba de acuerdo con el nuevo emperador y su concentración y manipulación del poder para si, ni tampoco estuvo de acuerdo con el nuevo Rey Henri I y su nobleza ridícula autoformada. Lamentablemente no logra vencer, solo lo hace parcialmente, y dicho hecho provocará el futuro que conocemos. Pétion solo logra dominar una parte del territorio del nuevo Haití libre, la parte sur, quedando el nuevo país dividido en dos partes, una autocrática y otra democrática, fundada en los principios liberales. Per aquel densor y luchador de la democracia, la libertad y la justicia al llegar al poder se transforma en otro dictador más, pero disfrazado o con ropaje de demócrata, con manías y formas republicanas pero decisiones y fondos de tiranía.

La lucha libertaria de la nación, siguió y sigue durante toda su historia, habiendo sido el pueblo, siempre mayoritariamente sometido, pueblo haitiano representado en forma excepcional por François Mackandal, también conocido como Mike Popinho o McGyver. Mackandal fue el real sentimiento de revolución, rebeldía y antiautoritarismo, anarquico, mágico y libre, sin deseos o proyectos de poder, solo acompañado por sueños de libertad para él y su gente. Al final de su vida, antes de liberarse de los Franceses, los colonizadores lo logran capturar y deciden quemarlo, para que sirva de lección a los esclavos, pero en el momento mismo de la ejecución de la pena, éste se transforma en mariposa alcanzando la libertad individual por encima de la de los poderes terrenales. La transformación solo ven los esclavos, sus iguales, los poderosos no se dan cuenta de esa transformación y no la reconocen. Ante este hecho el pueblo dijo y continua diciendo: “no más ingenios, promesas falsas, rastropescas, terratenientes, pomalacas, rumbos cambiados, fatuos orgullos, ranchos funrevis, policías sicarios, guerreros de paja…”

Por eso Haití es el real emblema de nuestra America Latina, en él encontramos nuestras miserias y nuestras glorias, sin reconocerlo no avanzaremos hacia el nuevo mundo prometido, sin entenderlo no transcenderemos, sin recomponerlo no nos renovaremos.

Pero no me refiero con ello a concentrarnos en Haíti y reorganizarlo, únicamente a él, viendo la paja en el ojo ajeno, a lo que me refiero es a reconocer la lucha real: opresión, despotismo, ventajas y autoritarismo VS libertad, conciencia , participación y desarrollo de todos.

Debemos pues encontrar nuestras mariposas, nuestros sueños más elevados y profundos, ¿Para que?

Para vencer a Jacques I o Henri I, es decir liberarnos de los emperadorsuelos y reyezuelos del momento que pretenden subyugarlos con su autocracia sin vigencia;

Para reconocer y develar a los Pétion, a los dictadores disfrazados, a los demócratas renegados, que luego de alcanzar el poder usan la democracia para volverse dictadores y perpetuarse en el poder minimizando los órganos del Estado que les limitan y les regulan;

Pero sobretodo para buscar y reconocer nuestros Mackantales y con ellos, renovar nuestros espíritus individuales, hacer crecer nuestros propósitos colectivos, y por fin desde los principios humanos fundamentales que nos inspiraron hace 200 años (libertad, igualdad y fraternidad) reedificar a nuestra América Latina.

JCAL

1 comentario:

LUIS CARLOS PINEDA ZULUAGA dijo...

Ahora, la verdadera lucha nos es con soldados y bayoneta calada; la mariposa de la autentica libertad tendrá que pasar por la oruga del sueño y del pensamiento creativo y vivir la crisalida de la Educación.
La historia demuestra que las luchas colectivas contra los reyesuelos y tiranos de turno, desgraciadamente han sido meramente REACTIVAS, de allí su precaria permanencia, salvo cuando al menos ha inducido a la reflexión individual sobre el valor humano "qué soy y para qué"