El Pandemononium o la capital del infierno está más cerca de lo que creemos... y si es en Colombia está aquí al lado.
Aún en pleno siglo XXI la humanidad no ha podido encontrar una sanción penal diferente a la carcel, la cual en la antiguedad era considerada tan inhumana que solo era un lugar de paso, por eso "la cárcel debe ser tenida para custodiar a los hombres, no para castigarlos" Ulpiano...
Y decimos que hemos avanzado.
La carcel, la medida que los Jueces le aplican a las personas es por naturaleza y escencia injusta e inhumana, ellos (los Jueces) como acto soberano de justicia deberían desobedecer la ley penal y no volver a aplicarla, salvo para casos especiales de defensa de la comunidad que exijan aislamiento temporal mientras se le determina la medida a aplicar.
Dentro de cada uno de nosotros se agita la fuerza del dragón que pretende hundirnos; ella nos pretende succionar hacia el descenso. La lucha de por si dificil, en la carcel está perdida. Ella es el lugar favorito del mal, alli la humanidad es botada a la basura y el espiritu humano es rebajado al averno más bajo, confinandolo a un inaccesible precipicio moral. El delincuente, el humano que falló, se recarga del mal, del atraso; las fuerzas aniquiladoras del Yo espiritual florecen.
El Angel luminoso, el cual está en todos, es extraditado y su misión cosmica embolatada por el cruel carcelero. Triunfa el Dragon, una y otra vez. Allí, en la carcel, con la complicidad y la ignorancia de todos. La luz no penetra semejante tumba espiritual y solo la esperanza remota, acompaña al ser humano sometido, agradeciendole éste, a Pandora, su reacción de cerrar la caja rapidamente... solo le queda un poco de eso. La misión cosmica es castrada, cegada su luz, absorbida en la oscuridad más recalcitrante. La libre resolución, no es controvertida y analizada. En semejante lugar, la conciencia es rebajada a limites insospechados por nuestra arqueología.
Desde ese lugar escribe un ser humano, en una hojita de papel periódico, la cual me fue entregada por una mujer, a la que le vi su dolor sin mucho esfuerzo, con seguridad el mutilado era su hermano, ella me entregó el papel con revancha y esperanza, como parte del coctel contradictorio que es nuestra sociedad. A ella y a él les digo, que me llegó, y pretendo que llegue a más a través de este humilde Blog, confiando, yo con ellos, en el comienzo de una reflexión que supere las propuestas "novedosas" de nuestros "lideres", de hacer nuevas carceles como solución penitenciaria estructural.
Él nos dice:
"Sea este un buen momento para saludarlos, hoy desde otra dimensión y dentro de la misma ciudad, un nuevo estado, me encuentro detenido en el tiempo y en el espacio mientras afuera de la cárcel la vida sigue corriendo, detenido, suspendido, no cambio, pero si empeoro tanto de salud como de pensamiento., aquí adentro me deterioro física como moralmente, me vuelvo inútil. En el plano comparativo es como si los que estuvieran en la ciudad hicieran parte de un almacén de prendas finas e impecables y a las prendas que por cualquier circunstancia se ensucian, las colocan en unos baldes deteriorados, mal olientes y olvidados.
Lo ideal sería que a esas piezas sucias las pusieran en remojo, les dieran varias juagadas y estregadas hasta que estuvieran en condiciones de secado y planchado para poder ir nuevamente al almacén a ser exhibidas con orgullo frente a las demás prendas.
Que tristeza tan grande ver que pasan los días, meses y años y seguimos siendo los mismos trapos sucios tirados y relegados en el mismo balde mal oliente del rincón, compartiendo manchas, mugre, hongos, malos olores, necesidades básicas sanitarias y de salud, viendo como se deshilachan nuestras texturas, es desconsolador ver como se incrementan penas y delitos y no se hace nada por el ser humano equivocado y en desgracia como son los detenidos, sindicados y condenados de las diferentes cárceles, estaciones de policía y calabozos de nuestra ciudad.
Nuestras familias purgan unas penas similares o iguales, la esposa es despedida de su empleo al saber que su marido es un delincuente, el casero les hace desocupar su vivienda, y todos los hombre que se cruzan en el camino con nuestras esposas las ven como viudas u objetos sexuales discriminándolas por tener un esposo en la cárcel, nuestros hijos sufren también su propio infierno al interior de las escuelas la burla y la humillación por tener su padre o madre en un centro carcelario.
A todas nuestras familias les toca la penosa y humillación de semana tras semana de venir a visitarnos y conocer de primera mano las condiciones de hacinamiento, insalubridad y profunda indignación en la que cohabitamos todos los detenidos y condenados al interior de estos centros carcelarios.
Con la familia se vive una condena compartida de dolores, penurias y necesidades, mientras tanto vemos a los senadores inventando leyes, y reformas al sistema penitenciario al vaivén de la opinión publica, buscando de manera mezquina no la justicia sino el protagonismo detrás de un voto a cambio de lo que sea, incluso menospreciando la constitución de nuestro país, encarcelando almas a través de falsos positivos y condenando personas por el más mínimo error.
Nosotros como delincuentes, reconocemos y estamos dispuestos a pagar nuestros errores pero en condiciones justas, y eso significa recibir formación que nos lleve a una resocialización que nos proponga no repetir ni volver a caer en la ilegalidad, pero si pedimos y deseamos de corazón que la ley y la justicia se vuelvan a encontrar, que las cárceles nos resocialicen, que las leyes como la 1453 sean revisada en su inconveniencia, la ley más fascista y desfasada que hay que nos miren como hombre que merecemos una oportunidad de encajar nuevamente en una sociedad a la que defraudamos y ahora nos estigmatiza por ser reos, queremos que este país vea que somos parte obligada de un futuro, con el apoyo de todos sería un futuro más prometedor a que solo se nos mire con desprecio y exclusión.
Ustedes tienen las herramientas para que los medios, los legisladores, y el pueblo nos escuchen y entiendan el sentir de los reclusos que sueñan con un futuro posible."
Es hora pues de repensar la sanción penal. La cárcel, solo se debe aplicar por necesaria defensa de la sociedad en casos excepcionales.
¿pena de muerte física en vez de tortura moral perpetua o por largos años? ... tal vez en algunos pocos casos... Escasos estos también, como en los que se tendría que aplicar la cárcel. La pena de muerte y la cárcel deberían de ser excepcionales en vez de ser reglas comunes.
No se quiere con este escrito, ni mucho menos, la abolición de la sanción penal, ni la impunidad, simplemente se propone la abolición de la cárcel como medida punitiva para la generalidad de los humanos que cometieron errores considerados delitos por la colectividad. La cárcel, solo como un paso previo a la verdadera pena. Para muchos actos delictuales el trabajo comunitario, forzado en un comienzo, pero acompañado de educación y formación ejemplarizante, con seguridad será mucho más eficaz. Las medidas nos obligan alto ingenio... por eso me son tan seductoras.
La vida son una serie de conexiones y encrucijadas. Conexiones cocreadas y encrucijadas que resolvemos con el libre albedrío.
Cambiando la Metáfora
- Juan Carlos Arbeláez León
- Ser Libertario Mutualista es una buena ruta postmoderna. Un Estado de jueces y las comunidades organizadas, dinamicas y fortalecidas.
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