Cambiando la Metáfora

Ser Libertario Mutualista es una buena ruta postmoderna. Un Estado de jueces y las comunidades organizadas, dinamicas y fortalecidas.

sábado, 23 de julio de 2011

BANQUEAMOS? NO GRACIAS:


La palabra empleada en publicidad por el banquero más poderoso de Colombia, me sirve como titulo y como punto de partida para analizar las funestas relaciones que el hombre ha tenido que sufrir desde la modernidad y que ahora en la posmodernidad se profundizan no solo en los individuos sino también en los Estados y no en Republiquetas de bolsillo, en los principales Estados Occidentales.

No hablaré aquí del modelo depositario de la antigua Mesopotamia y de Egipto, mediante el cual se almacenaban granos y se manejaban a partir de estos cuentas con sus depositantes, hablo aquí de los padres del dinero moderno, de los herederos de los escritorios italianos instalados un nefasto día por los nuevos “señores” a quienes su titulo les llegó de la riqueza y de su habilidad para los negocios, en virtud de la cual se idearon el captar recursos de la gente a cambio de unos papelitos firmados por ellos mismos a titulo de señor poderoso, de Señor banquero.

El negocio redondo de los nuevos ricos italianos fue exageradamente prospero, pues no solo captaban recursos de timoratos e ignorantes ciudadanos, sino que prestaban papelitos a éstos para cumplir sus “sueños” sin estar respaldados estos nuevos papeles realmente en recurso material alguno, simplemente fundamentándolos en la confianza que aquellos ingenuos tenían en los escritorios de los nuevos señores y en sus bodegas supuestamente abarrotadas de recursos; y para colmo de males les cobran un interés por la suma entregada.

A partir de sus verdes escritorios y de su falaz empresa, estos nuevos señores amontonaron recursos que los llevó a controlar el negocio marítimo y por ende el comercio. A partir de la nueva moneda fundamentada en la confianza y en su poder mágico de hacer aparecer riqueza de la nada, pudieron estos empresarios comprar títulos, reyes, reinas y lideres nacionales, pudieron patrocinar las guerras de sus amigos y las causas de sus aliados, destruyendo personas, comunidades, negocios y países a su amaño.

Todos se vuelven clientes de estos nuevos señores, incluso los Estados a quienes le cobran interés sobre sus deudas y a cambio los gobiernos incrementan los impuestos para pagar las deudas y así todo sigue su curso bajo el interés bancario. Luego lo Estados aparentemente se libran del sometimiento a estos nuevos señores, creando sus propios bancos centrales, evitando así reconocerles sus amañados intereses, pero la banca privada reacciona controlando a través de su poder monetario a los líderes y a los principales negocios nacionales y desarrolla los crecientes y múltiples negocios financieros. Si algún Estado pretende liberarse de su yugo, sufrirá todo el peso de sus amigos y el poder monetario caerá sobre él. Posteriormente esos señores de la banca, para evitar comunidades o Estados disidentes imaginativos, crearán instituciones supraestatales y con ello lograrán que ningún Estado se les salga del redil. Nadie podrá alejarse de su poder y su control, ni siquiera el presidente o rey de la más poderosa nación.

Estos señores banqueros han desarrollado un exitoso plan económico, el cual les ha permitido hoy dominar y controlar todo. Su hijo, el papel moneda, resquebraja la moral, somete los principios éticos, opaca las ideas y sueños por más bellos que éstos sean, ridiculiza la fraternidad; en fin, contamina todo y a todos.

Sin lugar a dudas son exitosos para ellos y para sus amigos, sin lugar a dudas su programa de riqueza y “desarrollo” se ha popularizado y globalizado. No solo los ciudadanos están hasta el cuello con sus deudas facilitadas por cada vez más novedosos sistemas y retroalimentadas por necesidades consumistas creadas, sino que también los Estados están hipotecados, sus deudas sobrepasan toda racionalidad, las cuales obviamente han sido promovidas y acrecentadas por una burocracia estatal irresponsable entregada al poder banquero.

Los Estados latinoamericanos a finales del siglo pasado colapsaron y a pesar de sus innumerables riquezas naturales y humanas tuvieron que hipotecar sus generaciones futuras; ahora les tocó a los grandes Estados de Europa y de Norteamérica. Su déficit fiscal es inmanejable, solo se sostienen con más deudas que vienen de la mano de mayores sometimientos, promulgados desde las entidades financieras supranacionales aliadas incondicionales de los señores banqueros, obligando a los Estados a privilegiar el pago de la deuda, a costa incluso de la salud y del bienestar de las gentes, comprometiendo su futuro como organizaciones políticas viables.

Algunos pueblos se han revelado y han marcado caminos diferentes. El pueblo Argentino se opuso a la prevalencia de la deuda sobre los intereses populares y derrocó al gobierno títere de turno. Otros llegaron más lejos, Ecuador con Rafael Correa a su cabeza, concibió y puso en práctica un modelo liberador del poder bancario. Obviamente no fue fácil, cuando como ministro de Hacienda determinó que el 80% del dinero obtenido por el petróleo ecuatoriano debía destinarse a la población y solamente el 20% al pago de la deuda, se le vino encima el poder banquero, debiendo dimitir, pero por esta razón, fue elegido presidente de la República y desde allí fraguó el más osado e inteligente plan hasta hoy conocido en contra de los poderosos banqueros, utilizando sus mismas herramientas especulativas, al determinar a través de un comité de auditoría que el 70% de la deuda ecuatoriana era ilegítima e inconstitucional y por ende no se pagaría. En virtud de ello, los acreedores o tenedores de la deuda de Ecuador sacaron al mercado, con valores irrisorios los bonos de deuda ecuatoriana, la cual fue adquirida por el propio gobierno de Correa salvando a su patria de la crisis financiera.

El camino esta marcado, por eso hoy los ciudadanos ante la propuesta: BANQUEAMOS? debemos decir con conciencia y determinación: NO GRACIAS, por muy seductoras que sean las propuestas de los señores poderosos y por muy necesarios que nos parezcan nuestros consumos, NO GRACIAS!!! yo soy libre y tengo dignidad, si necesito un banco que sea de la Banca Etica o por lo menos una cooperativa. Pero no solo nosotros debemos dar esta respuesta, también lo deben hacer las sociedades, las comunidades y por ende los Estados que las representan, estos también deben decir NO GRACIAS a más deuda pública para salvar déficit, NO GRACIAS a créditos para pagar deudas anteriores, NO GRACIAS a más planes de contingencia promovidos por los mismos banqueros, y si los gobiernos de turno no lo hacen, debido a que son activos de los banqueros, debemos buscar Correas en cada sociedad y empoderarlos.

BANQUEAMOS? NO GRACIAS!!!

JCAL

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Juan, felicitaciones por el articulo y escondase.
Abrazos.
OBA

Anónimo dijo...

Hola Primaso, vos como siempre tan oportuno e inteligente,

Te queremos mucho calidoso, Familia Arbeláez Escobar.

Saludos a Liana y Simon.

Anónimo dijo...

Hola Juan Carlos: he sido lectora de tus Blogs, no los comento pero siemore me han gistado, coincido contigo con respecto al verbo banquear que el momento que lo oí me golpeó en los oídos, es una detestable palabra y en tu artículo haces una perfecta descripción
Quisiera saber si puedes poner en tu blog un artículo cobre el Masaje Pressel o en algún lugar para qe la gente se entere más de lo que es el masaje y sus beneficios.

Muchas gracias

Margarita

Tuchi R. dijo...

Siento no haberte respondido antes... pero muchas cosas han pasado por estos días... incluyendo un violento atraco en la Av. 9 cerca a la 127 cuando me dirigía a clase.

No podemos estar más de acuerdo con tu artículo. En realidad los asaltos y robos se dan en todos los niveles y no se sabe qué es peor... si los de cuello blanco que son capaces de hundir al mundo entero o la delincuencia común que es capaz hasta de asesinar por nada... en fin.

Espero conseguir el libro que me recomendaste y que mucha gente más vea "Inside Job".

Un abrazo,

Tuchi

CIUDADES RENOVADAS PARA NO VOLVER A LA ANORMALIDAD

No podemos volver a la anormalidad y menos seguir con las actuales ciudades y su alta concentración de recursos y de necesidades. Para ell...