miércoles, 10 de diciembre de 2008

PREGUNTA DE NAVIDAD


Quien es mi prójimo? Donde esta?


He ahí la pregunta de navidad para los tiempos pasado, presente y futuro.


He ahí una pregunta especial para tiempo de adviento, navidad y para todo el próximo año.


Me hago esa pregunta, motivado por el percance que tuve este fin de semana en carretera, una llanta se salió de mi carro mientras conducía, de regreso de la festividad de la inmaculada concepción (las fiesta de las velitas para algunos).


El suceso inexplicable e ideal para “mecánica popular” que aún no lo comprendo, pero no importa, pues no es el motivo del presente escrito.


Lo que si motivó el presente escrito fue la pregunta que me provocó lo que luego del percance sucedió: pasaron cientos de vehículos de todas las marcas y modelos recientes a nuestro lado, acelerando incuso muchos de ellos, sin molestarse en preguntar todos, aunque fuera por cortesía siquiera, en que nos podían ayudar. Lo hicieron sin pena ni gloria, hasta que se detuvo un vehiculo humilde, con gente humilde que no venían de prender velitas, sino de una festividad de cristianos, no obstante ello, o de pronto por ello, se detuvieron con la más alta disposición, y se dispusieron a ayudarme, sacándome del problema.


Fuera de este puntual asunto anecdótico que no vale la pena (o de pronto si, económicamente hablando, pues aún no he ido a donde mi mecánico para que cuantifique el daño), me quedó en mi interior dando vueltas, la inquietud por la falta de solidaridad.

A partir de esa inquietud, me hice las siguientes preguntas: ¿donde esta mi prójimo? A quien puedo amar como a mi mismo? Será que esta en mi cerrado circulo de amistades?, será que esta en mis familiares? Acaso podrá trascender a mis clientes? o a mis compañeros de trabajo? o mis vecinos? ¡¿DONDE ESTA?!


Como pasa con la mayoría de las preguntas trascendentales de la vida, la respuesta esta en mi. Yo soy la respuesta. Yo soy el prójimo para los demás y así mismo los demás son mi prójimo.


Pero la respuesta a mi pregunta no tiene que ver con asuntos de identidad, ni con problemas abstractos o intelectuales. La respuesta tiene que ver con un mandato único que nos aclaró el Ser Supremo Enviado hace 2008 años (en realidad parece ser hace 2.014 años, debido a un error en la estructuración del calendario que actualmente nos rige) y cuyo aniversario estamos próximos a celebrar. El mandato fue y es: AMA A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.


Mandato de tal simplicidad pero de tal profundad, que obligó a reflexionar a Alma Grande Gandhi y a concluir que si no fuera por los cristianos él sería cristiano, dado que en éste postulado, se encontraba sintetizado todo el conocimiento necesario para la vida.


Entonces en esta navidad, en vez de colgar muchas luces, prender muchas velas, quemar mucha pólvora, hacer muchas fiestas, en fin hacer mucho ruido, o mejor, además de eso, para no ser tan “aguafiestas”, te solicito que aunque sea por un momento, escuches a tu corazón y en este, al Enviado de la Navidad, el cual obviamente no es el desempleado disfrazado de viejo ridículo con barba blanca, pijama roja, que se ríe en forma ridícula mientras anuncia cualquier bobada en algún centro comercial. Te solicito que escuches al Enviado, al Nuevo Adán, Al Santo de Dios para que puedas cumplir de una vez por todas su sencilla regla: AMAR A TU PROJIMO SIN CONDICIONES.


Si todos lo cumplimos esto, cabe preguntarnos: que nos aquejaría? cuantos problemas actuales nos evitaríamos? Que tan felices fuéramos? como estaríamos?


Por eso en esta navidad y en el proximo año propongámonos cumplir con la verdadera norma de normas, dándole sentido a nuestra vida, convirtiéndola en un medio para la actividad, para la elevación, para actuar en consecuencia, y así …………….

“OH, SER HUMANO

MANTENTE ERGUIDO Y NOBLE,

NO TE DISIPES EN INDIGNIDADES,

SE CONCIENTE DE LA PUREZA

DE TU LINAJE HUMANO.”


Feliz Navidad y Prospero Año a todos mis lectores.